Algunas veces se ponen apodos para burlarse de los defectos físicos de la persona que es denominada con ese sobrenombre.
Este no es caso de Lionel Messi, a quien en su infancia lo apodaron La Pulga.
¿Por qué razón le pusieron este sobrenombre?
Esta respuesta se remonta al pasado del delantero de Barcelona, más precisamente cuando vivía con su familia en Rosario y era el más pequeño de su grupo de amigos. Su baja estura se debió a que sufría una inhibición en su hormona de crecimiento.
Este inconveniente estuvo a punto de alejar a Messi del futbol, porque su tratamiento costaba mil dólares por mes y tanto Newell’s, equipo donde hizo las inferiores desde 1994 hasta el 2000, como River Plate, club al que fue ofrecido, no estaban dispuestos a pagar esa suma de dinero por el jugador rosarino.
Sin embargo, el Barcelona de España confió en La Pulga. El actual número diez de la Selección argentina retribuyó este apoyo del club Catalán con títulos de Liga y Copas internacionales.
A Messi lo hizo crecer su talento para jugar a la pelota y ese tratamiento lo ayuda a superar cada obstáculo que le pone la vida.
Por superar su problema de crecimiento, El Apodológico pondera el caso de Lio como un ejemplo a seguir.
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