En el mundo deportivo se sabe que al piloto José María López lo apodaron pechito, porque a su padre, cuyo nombre es igual, lo llamaban Pecho.
No obstante, El Apodológico investigó y encontró que al corredor cordobés, también le decían Jaimito. Si, igual que al protagonista de esos chistes clásicos, entre el alumno y la maestra, que se cuentan en una mesa de café o un asado con amigos.
¿Por qué tiene ese sobrenombre?, se preguntaran ustedes queridos lectores.
Cuando era chico a Pechito López le decían Jaimito, porque era un niño muy travieso y se metía en muchos problemas. Sin embargo, su familia emparentaba sus terribles andanzas infantiles con otro famoso personaje, El Chavo del Ocho. Este segundo apodo se lo ganó tras cometer una travesura. Hecha la trampa el piloto cordobés, por miedo a que lo reten sus padres se metió en un tambor de 200 litros, donde se llevó un despertador y durmió una siesta. Allí estuvo durante dos horas, según contó su mamá, Mabel Rosa Vecchio, Además, expresó: “Estaba preocupada porque no sabía nada de él (por Pechito) y tampoco recuerdo que hizo, pero le había dicho que cuando volviera su padre se las tenía que ver con él. Tanto miedo le dio que no hubo forma de encontrarlo”. Y agrego que por suerte lo encontró un policía que lo vio andar por los techos de casa.
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