martes, 30 de noviembre de 2010

APODOS EN LA BARRA DE AMIGOS

En esta nota El Apodologico investigó acerca del origen del sobrenombre de un grupo de diez amigos del secundario Mariano Moreno que se juntan a jugar al futbol todos los sábados, en el parque San Benito de Figueroa Alcorta y la Pampa.

Aquel día hacia mucho calor, la temperatura oscilaba alrededor de los 30 grados y el sol pegaba con gran intensidad en el césped, que era verde y largo, en las partes donde no había tierra descubierta.  A pesar del clima caluroso no cancelaron el partido: era mas importante jugar entre si y disfrutar de ese momento lo más que pudieran. 

De un lado estaba en el arco Pablo, a quien lo apodan Poli por su corte de pelo típico de un policía; en la defensa Marcos, que no tiene apodo, en el mediocampo jugaban Osvaldo o mejor dicho Ova, por su parecido con el marido de Catherine Fulop y Lucas o Laucha, a quien le decían así, porque era flaco y chiquito como ese roedor.  El único delantero era Martín, o para los amigos Barto dado que era un fan de los Simpsons y en especial de Bart, lo cual hizo que se ganará ese apodo que según él es una mezcla entre el dibujo animado y su nombre.

El equipo rival tampoco se quedaba atrás en materia de sobrenombres: el arquero era Juan, es decir Capucha, seudónimo que se ganó en el grupo por su onda Skater y el buzo canguro, que usa habitualmente. En la defensa estaba Carlos o Charly para los amigos. Mientras que en el mediocampo jugaban: Emiliano y Alejo o Willow, por su parecido físico con el duende de la película dirigida por Ron Howard y estrenada en 1998. El punta de este equipo era Sebastián, que según sus amigos, es el goleador de estos picados con mas de 70 tantos.

En cuanto al historial entre ambos conjuntos, Capucha contó, de manera cargosa, que ellos los tienen de hijos o mejor dicho que podrían ser sus abuelos, de tantas veces que les ganaron en los clásicos del sábado. Sin embargo, Laucha que es chiquito de físico, pero gran retrucador le contestó: “Vamos a ver si después del partido decís lo mismo”. 

Luego intervino Marcos, y les dijo que se dejaran de pelotudear y se pusieran media pila para empezar. Y así fue como se movió la pelota. Comenzó dominando el equipo de Capucha, con Emiliano y Alejo distribuyendo la pelota para Carlos, que como un lateral derecho con oficio, desbordaba por la punta y metía centros para Sebastian que eran despejados por Osvaldo, quien lo seguía bien de cerca.

Con el correr de los minutos, el encuentro se hizo muy disputado, hubo muchas patadas y el destinatario de aquellos golpes era Laucha, que se caía como una gelatina, unas veces en las partes con césped y otras en las partes peladas.
En unas de esas infracciones, Barto protestó: “Che, cálmense con las patadas que sino lo ponemos a El Apodológico de árbitro, para que ponga disciplina”. Casi de inmediato le retruco Charly: “Barto no seas ortiva como Poli, que si queres te atendemos a vos también”. Los demás se rieron de esta broma de Carlos y cada vez que tocaba la pelota Martín y le salía al cruce, venia una cargada acompañada de la unos ruidos vocales que imitaban la música de los Simpsons.

Al cabo de 30 minutos el partido seguía 0 a 0, los dos equipos pasaban rápido la mitad de la cancha y generaban situaciones de gol en los arcos defendidos por Capucha y Poli. Lo tuvo Seba tras una gran jugada de Willow que eludió en la mitad de la cancha a Marcos y a Osvaldo para dejarlo mano a mano con el guardameta. Sin embargo, definió por afuera de las dos remeras que hacían de arco en esta ocasión.  Para el otro equipo, erró un gol Laucha rematando desviado, tras una buena habilitación de Barto cerca del área chica.

Al rato, se cortó la racha negativa. El encargado de romper esta sequía fue Willow, que tiró cerca de mitad de cancha un derechazo fuerte y cruzado que venció la resistencia de Pablo. Después, vendría otro gol más del equipo de Capucha. Seba, fiel a su costumbre, definió de zurda con un sobrepique por encima del cuerpo de Poli para estirar la ventaja. Mientras, el arquero Skater continúo con la cargada en dirección a sus rivales y gritó: “Los tenemos de hijos Laucha”, a lo que vinieron miradas serias por parte de los integrantes del equipo que estaba en desventaja, quienes empezaron a discutir entre ellos, Osvaldo lo puteaba al Laucha y le decía que pase la pelota en vez de hacer la individual, mientras que el Laucha le respondía que se ocupara de la defensa, que parecía un colador y que no se despegara de Sebastian. Tuvo que intervenir Barto, para que no se fueran a las manos, donde el pequeño Lucas llevaría la peor parte frente al físico de Ova, pidiéndoles que se tranquilizaran. Cosa que logró solo a medias: un rato mas tarde, llego otro gol, en esta ocasión fue Willow, que volvió a meter un derechazo rasante,  que paso al lado de la remera gris del arco custodiado por Poli.

El equipo bajo la conducción de Barto, intentó descontar, pero no había manera de vencer a Capucha, que estaba en una tarde de maravilla. Atajaba todos los remates, que Laucha y Martín le tiraban. Parecía invencible, como Fillol en el Mundial ‘78’o en aquel antológico Vélez - River del  90, donde, contra su viejo club, le puso un broche de oro a su brillante carrera, terminando con el arco invicto.

Así terminó el partido entre amigos. Según Capucha: “Fue un triunfo mas que extendió nuestra paternidad sobre ellos”. Y agrego que Willow tuvo un gran partido, desequilibrando como suele hacerlo.

Por el lado del conjunto perdedor, Barto contó que no pudieron sobreponerse del primer gol de Alejo (por Willow) y que Juan  tuvo una tarde fenomenal, ya que se atajó todo.

Estos diez amigos, que tal vez a nivel rivalidad hayan sentido ser, por una hora y media, Messi, Ronaldo, Víctor Valdez o Pujol, se fueron a tomar algo a la estación de servicio que estaba frente al parque San Benito y de esta manera se despidieron de  El Apodológico.

Lo interesante de esta experiencia, para el gestor de este Blog, fue que  los apodos se defienden en la cancha y se afianzan en la barra de amigos.






No hay comentarios:

Publicar un comentario