lunes, 18 de octubre de 2010

AQUELLA ZURDA LETAL


Él tuvo una infancia humilde y dura en Brandsen, provincia de Santa Fe cuando tras la muerte de su padre se hizo cargo de su familia.
Por eso, Juan Martin Coggi  a los doce años participaba de peleas callejeras por dinero y ganaba el pan con el sudor de su frente. En aquellos combates Coggi  ostento un record de 58 victorias con una derrota y un empate en 60 peleas. 
Además, esas peleas le dieron notoriedad lo que atrajo a dos periodistas de la localidad de Ranchos, Martínez y Balbi, que organizaron festivales de boxeo en Brandsen. Fueron ellos, quienes apodaron a Coggi con el sobrenombre de Látigo tras invitarlo a participar en esas contiendas.
 Según manifestó el boxeador santafecino le pusieron ese seudónimo no como muchos creen por la velocidad de sus golpes, sino porque en aquel tiempo a sus trece años era muy flaco y se parecía a un látigo, por lo fino.
Esta historia pinta de cuerpo entero, el esfuerzo de Coggi, quien se levantó cada que la vida o un oponente de turno le daba un golpe. Látigo lucho abajo  y arriba del cuadrilátero para hacerse de un buen futuro para él y su familia.
Objetivo que logró  cuando se alzó con la gloria arriba del ring,  el 4 de julio de 1987.  En aquella ocasión se consagró  por primera vez  campeón mundial de la categoría Welter Juniors al vencer por nocaut en el tercer round al italiano Patrizio Oliva.
A lo largo de su carrera en 85 peleas  tiene un record de 75 ganadas, de las cuales  44 fueron por nocaut, con dos empates y cinco  derrotas.
 Además, Coggi fue uno de uno de los boxeadores más destacados de la década del ‘90’ junto con otros dos ex campeones mundiales  en  otras categorías diferentes: Jorge Locomotora Castro y Julio Cesar Vázquez.
Para  destacar de Látigo hay que darle merito a su capacidad de volver a renacer de sus cenizas como el Ave Fénix, Coggi volvió a levantarse y esto le permitió obtener en dos ocasiones más la corona de los welters juniors.  La primera de ellas fue el 12 de enero de 1993 en Mar del Plata ante el estadounidense Moris East, a quien venció por nocaut en el octavo round.
La segunda vez que recupero el cinturón de campeón  fue ante el norteamericano Frankie Randall, con quien lo había perdido anteriormente.  En esta oportunidad ambos púgiles se enfrentaban por tercera vez en su carrera.  Coggi recupero la corona el 13 enero de 1996 tras vencer al estadounidense  por decisión técnica en el quinto round.
 En la actualidad, el boxeador santafecino entrena a su hijo Martin Coggi, aquel niño de rulos rubios que se subía al ring lagrimeando para saludar a su padre y a la multitud.  El Principito como le dicen en el ambiente del boxeo tiene la esperanza de abrazarse con la gloria, igual que su padre, poseedor de una zurda letal que era un látigo, el Látigo de Coggi.
               

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