jueves, 14 de octubre de 2010

UNA VISION EUROPEA DE LA MANERA DE APODAR ARGENTINA


En muchas partes del mundo se sorprenden de algunas costumbres argentinas.
En este caso La Nación publico una nota de color sobre la impresión que le causo el público a los comentarista de Televisión Española que vinieron a cubrir la final de la Copa Davis jugada entre la Argentina y España en Mar del Plata.
Lo interesante de este artículo escrito por Hernán Casiari y cuyo título fue “El país de los apodos espontáneos" es la diferencia  que hay el origen de un sobrenombre en Argentina con respecto a España.
Allá, los deportistas son los que eligen como quieren apodarse. En cambio acá, es costumbre que la sociedad o el contexto le ponga el seudónimo que consideren más adecuado.
Por lo tanto, partiendo desde esa base a los ibéricos de Televisión Español les sorprendió el marco con el que el público argentino fue al polideportivo de Mar del Plata a alentar a sus tenistas.
Un ejemplo claro de ello, se dio cuando el ex tenista Alex Correjta, conocedor del ambiente del tenista criollo, tuvo que corregir a su compañero Nacho, cuando este pensó que el público cantaba: “Cucho, Cucho” haciendo alusión al miedo que tenía Fernando Verdasco.  Esta situación se dio durante el cuarto y decisivo punto entre Acasuso, quien apodan Cucho y el tenista español.
 El Apodológico invita al lector del blog el Bautismo Sagrado a echar una hojeada a la nota de La Nación que escribió Hernán Casiari, ya que refleja las diferencias que hay entre la cultura europea y la Argentina en cuanto a manera de relacionarse que tienen con otras personas en la sociedad.


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